El objetivo del bono es ayudar a mitigar el cambio climático al permitir a las empresas, gobiernos o individuos financiar proyectos que reduzcan las emisiones de gases contaminantes.
Cada bono representa una tonelada de CO₂ que se ha evitado o reducido, por ejemplo, a través de proyectos de energía renovable, reforestación o eficiencia energética.